viernes, 16 de mayo de 2014

EPISTOLIARIO

de Gastón Julis

Que semáforo parado en amarillo
Que cama sin tender y sin consuelo
Que viaje a ningún lado en limusina
Que negro corazón que esta de duelo

Que veneno con gusto a caramelo
Que cosecha de penas y de dudas
Que brújula sin norte y sin destino
Que adiós que significa un hasta nunca

Que sal en las heridas de mi alma
Que luz que no refleja ni una sombra
Cuantos silencios que hablan por los ojos
Que suciedad  debajo de la alfombra

Que vida es vida si no está tu boca
Cuantos recuerdos que hieren cual puñales
Que fila interminable de reproches
Que bien que a mí me hacían nuestros males

Que epistolario que está escrito con sangre
Que vuelo al ras del suelo de paloma
Que volver a empezar, más sin quererlo

Que punto tan final, sin punto y coma

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