de Gastón Julis
Que semáforo
parado en amarillo
Que cama sin
tender y sin consuelo
Que viaje a
ningún lado en limusina
Que negro
corazón que esta de duelo
Que veneno
con gusto a caramelo
Que cosecha
de penas y de dudas
Que brújula
sin norte y sin destino
Que adiós
que significa un hasta nunca
Que sal en
las heridas de mi alma
Que luz que
no refleja ni una sombra
Cuantos
silencios que hablan por los ojos
Que
suciedad debajo de la alfombra
Que vida es
vida si no está tu boca
Cuantos
recuerdos que hieren cual puñales
Que fila
interminable de reproches
Que bien que
a mí me hacían nuestros males
Que
epistolario que está escrito con sangre
Que vuelo al
ras del suelo de paloma
Que volver a
empezar, más sin quererlo
Que punto
tan final, sin punto y coma