sábado, 28 de junio de 2014

El costo de ciertas palabras.

de Facundo Martinez

Puede que sea la duda de no saber si quiero aferrarme a un solo cuerpo,
como puede que sean mis palabras
exigiendo problemas y delirio.
El caso es que,
tratando de resolver la incógnita de despertarme en un abrazo detrás de la misma espalda siempre,
supe que no volvería a tomar café ni sentir la emoción de la primera vez,
que no iba a ganar la guerra en otro cuerpo,
que tengo que aprender a vivir con la incertidumbre
de no saber si estaría mejor fumando las mentiras de otros labios.

Así,
uno ejecuta el derecho de admisión en la lujuria,
y ya nada tiene sentido.
No sé,
las palabras siguen exigiendo problemas y delirios,
dolor para escribirse.


Y así muere un poeta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario