lunes, 2 de junio de 2014

EL HOMBRE MÁS CHIQUITO DEL MUNDO

de Rodrigo Fiorín

El hombrecito más chiquito del mundo está parado arriba de la mesa y sufre. No por estar parado donde está sino porque nadie escucha sus gritos. Las navajas no lo cortan, las sogas se resbalan en su ausente mentón y la más pequeña de las pastillas lo sobrepasa.
El hombrecito más chiquito del mundo no puede ir al zoológico. Lo ha intentado más de una vez y no lo disfruta. Tantos ruidos de tantas vidas diferentes lo ponen de mal humor. Los seres que son tan chiquitos como él andan libres, de a miles, en complejas sociedades. Más de un suspiro se le ha escapado mirándolos desde lejos.
El hombrecito más chiquito del mundo estuvo enamorado de una mujeruna vez. Las suelas de sus zapatos eran rojas y su voz se oía melodiosa, quizás un poco afónica, pero definitivamente se oía. Trató de grítale su amor con todo el aire que le permitían sus pulmones. Recobró la conciencia a los 45 minutos y la mujer de las suelas rojas se había marchado hace mucho.
El hombrecito más chiquito del mundo sueña con esconderse en un diente de león para que alguien lo sople. También sueña con meterse por los agujeros de un tomacorriente y tocar los extremos de un cable. Su peor pesadilla es irse por el inodoro, o despertarse en un lugar oscuro y desconocido. Una vez, voló en vaquita de San Antonio pero no le dijo a nadie lo que le había parecido. ¿A quién se lo podría compartir?
El hombrecito más chiquito del mundo añora no ser el hombrecito más chiquito del mundo, o por lo menos no ser el único y que haya otros hombrecitos y mujercitas en algún lugar del mundo cercano al suyo. Es una tarea harto difícil sobrevivir en el mundo siendo único y lograr que nadie te pise.

No es lindo ser el hombrecito más chiquito del mundo.

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