de Camila Castaños
Entreactos de soledad,
Ella,
que agosto ha brindado a gustísimo.
Prendo fuego,
con cautela,
a más de tres mil kilómetros de distancia
se entierran mis miedos.
La locura pintada de
mujer,
travestida de Bestia macabra.
Una boca que nunca ha sabido omitir
a
la perfección.
Mi sonrisa es un veredicto insurrecto tremendo,
como
nunca antes.
La excomulgación o
encierro,
no será nada
por
el delito que muerden mis labios.
Unos ojos,
una boca, una risa, esa piel…
Incinérenme
por favor.
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